Rojo Cúrsio




Y solo te faltaba el escalosfrio para poder confirmar lo que te estaba pasando por adentro de todo tu cuerpo.
ahora yo supongo que no es escalosfrio, es algo que se paraliza en tu mundo, en tu pecho que por tus ojos se manifiestan y tu alma se puede ver dañada.
¿sera el frío?
¿que trae por acá esto de querer aferrarse a la almohada y gritar sin que nadie te escuche?
¿sera todo tan así?
mis dedos están fríos, mi cuerpo aun no. ¿y mis pensamientos?
-no-
mis pensamientos actúan en función a lo que el de rojo intenta decir cada vez que late un poco mas rápido, y entre ellos se produce una relación que puede ser intensa o no. Y es ahí en donde yo me pregunto... ¿como ganarle al corazón? ¿como no perder ante los pensamientos? ¿como terminar con estas batallas infinitas?
¿como hacerlo? ¿como se acciona?

Basta con darme cuenta que nada lo puedo controlar, que cuando no quiero caminar: camino.
Cuando no quiero hablar: hablo.
cuando no quiero temblar: tiemblo.
Cuando intento ser sincera: no puedo.
Cuando quiero mentir: no lo se hacer.
¡La pucha!, cómo me gustaría saber que existe un alguien y ese alguien sea quien habra mi cabeza y pueda organizar todos esos elementos que dan vuelta, que van y vienen, que se esconden y que aparecen, que buscan y reprimen, que lloran y sonríen.
La complementariedad para mi rojo no existe, no conviene, no gusta.
La complementariedad posiciona a un cuerpo que nada tiene que ver en la vida del otro, que nada tiene que ver con la situación, que nada quiere saber con el amor. Por que esa subjetividad, que hace que la gente se encapriche lo único que esconde, son las voces del interior que hacen eco, y cuando menos te lo imaginas, estas sintiendo... estas haciendo y queriendo lo que quiere para toda una vida, que va mas allá de un hijo, un casa, plantar un árbol y escribir un libro. Va mas allá de lo cerca que puede estar todos los días, que es el intento de afecto que nace frente, para y como el que el otro que nada tiene de significativo, si no que es en sí lo que todos quieren tener, ya no se escapa de las manos, si no que puramente, es la poseedora del rojo quien no termina de comprender el juego, que las reglas aun no las entiende... o no quiere entenderlas.
Si te quieres chocar: te chocarás.
si te gusta llorar: lloraras.
si te gusta amar: amaras.
si te gusta ganar: ganaras.
Si te gusta perder: perderás.
Si te gusta esperar: al tiempo debes buscar, para que cuando vuelva solo caminando por el cosmos, tú Rojo, estarás sentado en un banco esperando que aparezcan esos tic tac que te hacen vibrar y mostrándote qué es lo que te traen de obsequio, sera lo que años atrás se destruía solo por no querer tomar con las manos lo que no agarró en el momento.

Esto del amor y la imaginación me tiene un poco cansada, pero sin ellos aun no podemos existir, mas allá de ese otro y los otros y el uno mismo que aun no se termina de conocer, así como cuando se camina, los pies son distintos, todos los días cambiaran, por que los propios ojos y miradas son distintos día a día...
Solo hay que sentarse a observar lo que la vida prepara para mañana.
y si tu quieres chocar: chocaras.
si quiere amar: amaras.
Solo que hay que esperar...


[Haciendo Catarsis]

Comentarios

Entradas populares de este blog

a VOS

¿En qué momento? ¿En cuál?